La perfección es producto de nuestra percepción.

Si bien es cierto que lo que creemos ser perfecto en una persona puede ser la causa de sufrimiento para otra, entonces la perfección es producto de nuestra percepción, y la percepción se ve afectada por nuestro nivel de conciencia y por nuestra capacidad de observar con claridad la perfección en este instante.    Esto significa que existe un número infinito de percepciones sobre la perfección, tanto como perceptores. Entonces, ¿qué podemos hacer?

Frank menciona en el segundo capítulo de su primer libro ” Más allá de la felicidad ¿Cómo puedes cumplir tu deseo más profundo”, que cada vez que sentía que las cosas le iban mal, volvería a recordar estos dos simples axiomas para tomar una mayor conciencia.

1 – La vida es en última instancia, armonía total.

2 – Las cosas no son como las veo.

Tomando una actitud negativa se podría decir que si las cosas no tienen sentido (norma 1), entonces es mi percepción (norma 2) algo necesita adaptarse/ajustarse. Lo primero que hace esto es ubicar a todos los problemas evidentes al lugar que pertenecen, sobre mis hombros. Dejo de culpar a las circunstancias o a otras personas como causantes de mi sufrimiento. Ni siquiera puedo culparme a mí mismo. Básicamente, todos los problemas se reducen a una percepción distorsionada de lo que es. Lo Segundo es que este entendimiento nos aporta una definición sobre la perfección, que abarca todas las definiciones individuales.

Cuando la relación de amor condicional fracasa, la perspectiva más común es que la otra persona no está actuando según nuestras expectativas.

Cuando el asunto trata de la economía, entonces nuestra pareja no administra lo suficiente, o gasta demasiado, o ambas cosas.

Si sentimos carencias afectivas entonces creemos que nuestra pareja es la causa. Que está muy distante, exigente o necesitado/a.

Una segunda y común perspectiva sobre el fracaso de una relación es que consideramos ser la causa de la falta de armonía. Puede que nos  culpemos a nosotros mismos por no sentirnos bien a nivel emocional, mental, físico, social o incluso al existir carencia económica. Pero realmente no importa quién es o no culpable, ni por qué. Podemos hacer un barrido y poner a todo esto hacia un lado. Esto es lo correcto.

Sigue adelante, y deja escabullir todos estos disparates. El buscar errores, culpa y tratar de resolver sólo genera más culpa. “La Solución” si aún no lo has descubierto, es darse cuenta de que no hay nada que arreglar.

 

Dr. Frank Kinslow.

Interpretado por Kanta Motwani